La llegada del invierno es sinónimo de calefacción y, por ende, de gasto. Ahorrar en calefacción es uno de los objetivos que se marcan cada año las familias para no asustarse cuando llega la factura. Una misión que, lejos de ser imposible, se puede llevar a cabo si elegimos el sistema de calefacción más acorde a nuestras necesidades.
Con la llegada del invierno se estima que cada hogar llega a gastar una media de 130 euros al mes en calentar sus hogares. Una cifra que varía en función de los metros cuadrados de la vivienda y de los recursos de cada familia. En esta variable también hay que tener en cuenta la localización de la vivienda, ya que no gastará lo mismo una casa orientada al norte o en la zona norte, que una que se encuentra en el sur de España.

Según los datos consultados desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), alrededor del 60 por ciento de la energía que consumimos va destinada a calentar nuestras casas, especialmente en los meses de menor temperatura. De ahí que sea importante conocer los distintos sistemas de calefacción existentes en el mercado y sus posibilidades y costes.


SISTEMAS DE CALEFACCIÓN:

Calefacción central: Es un sistema mucho más eficiente y económico que la individual. Es más habitual en las zonas del norte de España, como Burgos, donde muchas comunidades de vecinos cuentan con este sistema que permite que el calor se extienda desde primera hora de la mañana hasta la tarde. Una ventaja si ese es nuestro horario en casa y un inconveniente si, por contra, tenemos horarios distintos a los marcados por la comunidad.
Se estima que apenas un 10 por ciento de las viviendas españolas tienen una instalación centralizada, que da calor a todo un conjunto de hogares.

Calefacción individual
1- GAS NATURAL. Si en su comunidad no existe un sistema centralizado puede optar por instalar una caldera de gas natural. Se trata del tipo de calefacción más utilizado en España y es, además, el modo más económico. Una caldera de gas natural tiene un precio en el mercado que oscila entre los 3.000 y 6000 euros. Las más caras son las de condensación, con una duración mayor. La cuantía mensual en una vivienda de unos cien metros cuadraos puede ser de 120 y 160 euros de media.

2- GASÓLEO. Demanda una instalación de radiadores, depósito de gasóleo y chimenea por lo que su precio supera los 6.000 euros en el menor de los casos. Lo bueno es que permite un ahorro en viviendas grandes. Muy recomendable para casas rurales o viviendas amplias que pueden pagar al mes cerca de 250 euros cuando con gas natural pagarían cerca de 500 euros.

3- ELÉCTRICA. Si su consumo de calefacción es bajo puede ser la opción más económica, aunque no será apto si vive en un entorno frío ya que el gasto se dispara y el calor no es tan intenso como el del gas común. Los acumuladores permiten un ahorro del 60 por ciento en el consumo.

4- BUTANO. Es un sistema de calefacción tradicional y casi ya no se usa más que en entornos rurales o casas de poblaciones rurales. Su coste es el más económico, ya que una bombona se consigue desde 15 euros y se cambia en función de lo que se consuma. Es la opción más económica pero una de las más peligrosas, también. No hay que olvidarse de apagar la bombona en ningún caso.

5- PELETS
La estufa de pellets ha supuesto una revolución en sistemas de calor, puesto que se trata del combustible más renovable de cuantos existen. Se trata de un sistema que ofrece una alta eficiencia y que supone un ahorro respecto al uso de otros combustibles.

 

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