Alquilar una vivienda es una de las opciones que más se han extendido en los últimos años en España. Una buena inversión que mantiene una renta fija para el propietario y asegura un montante al mes. Sin embargo, el alquiler de una casa puede tornarse en una auténtica pesadilla cuando el inquilino deja de pagar el precio de la vivienda mensual y el propietario no tiene forma de recibir sus pagos de la forma correcta.

En España la tasa de morosidad de alquileres ha ido en aumento en los últimos años y son muchos los casos de propietarios que esperan meses e incluso años antes de poder conseguir que el inquilino moroso pueda abandonar su vivienda en caso de impago. Para evitar este tipo de situaciones hay que tener en cuenta si el impago es algo puntual- para lo cual se establece un aviso previo por medio del inquilino- o se prolonga hasta convertir la situación en algo insostenible para la rama propietaria del inmueble.

Para evitar que se produzcan situaciones de impago, es importante tener en cuenta una serie de requisitos a tener en cuenta antes y después de alquilar la vivienda:

Exigir una fianza. Es recomendable solicitar un pago extra por adelantado que va entre una mensualidad, dos o tres para asegurarnos que en caso de impago podremos recibir la vivienda en buenas condiciones.

Aval bancario o nómina. Cada vez es más común que el propietario, bien en particular o avalado por una agencia inmobiliaria, solicite un aval bancario en el que se sumen hasta seis mensualidades acompañado de la nómina del inquilino para comprobar que tiene la seguridad económica con la que hacer frente a los pagos.

Depósito. Otra forma de de asegurarse el pago es el ingreso de la fianza en un fondo público. De este modo, el inquilino se asegura la cantidad ingresada en caso de desahucio.

Seguro de impago. Se trata de un producto  financiero muy extendido en la actualidad que permite que el propietario reciba las rentas que no han sido pagadas, así como las pérdidas en caso de que la vivienda sea alterada.

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En caso de que el inquilino decida no pagar el alquiler, es bueno acudir a un mecanismo de arbitraje para solventar el conflicto entre arrendatario y arrendador. Este organismo se encarga de dar una solución en un plazo máximo de un mes por lo que las costas judiciales desaparecen y el proceso puede ser más ágil y rápido.

Contrato formalizado. Para no tener dudas en las cláusulas del alquiler. Es recomendable seguir las guías de un contrato de arrendamiento oficial en el que se fija el tiempo de arrendamiento, los espacios y se especifican los casos de rescisión del acuerdo.

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Por último, señalar que en España existe desde hace unos años un Fichero de Inquilinos Morosos que permite señalar casos y pedir ayuda. https://www.fimiberica.com/propietarios

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