Desde junio de 2013, la legislación española establece que todas las las viviendas en venta o en alquiler deben disponer de un certificado de eficiencia energética. Un instrumento que garantiza un compromiso demandado desde la UE y que, de no contar con él, pueden suponer penas que oscilan entre los 300 y los 6.000 euros. De ahí su importancia.
El Certificado Energético tiene como objetivo especificar el nivel de emisiones de CO2 medido según las dimensiones de la casa o edificio en cuestión. Se calcula mediante la medición de la energía consumida en condiciones de ocupación. De este modo, se mide la ventilación, refrigeración, el agua caliente, la iluminación así como el sistema de calefacción de la casa.
Hoy os vamos a hablar del Certificado energético de clase A. El más importante de todos y el más valorado. Su consecución implica un ahorro máximo de energía al año, y de unos cuantos euros al mes, al tiempo que denota un grado máximo de responsabilidad medioambiental.
La escala de certificados energéticos va desde la letra A hasta la G, dependiendo del grado de cumplimiento y exigencia. En España, las viviendas en inmuebles con un certificado A son las menos debido a la complejidad de requisitos a tener en cuenta. Los factores determinantes para obtener este sobresaliente energético se basan en garantizar un buen aislamiento, un bajo consumo energético mediante el uso de iluminación led o geotermia.
REQUISITOS PARA CONSEGUIR EL CERTIFICADO A:
– Excelente aislamiento. La casa o inmueble debe permanecer en temperatura constante los doce meses del año. Ni el frío ni el calor han de hacer presencia en la misma. En este sentido resulta imprescindible contar con unas buenas ventanas herméticas que, además, dejen pasar toda la luz posible.
–Otro tipo de calderas. Lejos de utilizar el gas natural, se recomienda utilizar calderas más eficientes como las de biomasa con un bajos niveles de emisiones de Co2 a la atmósfera.
–Materiales eficientes. En el caso de los materiales de construcción, es imprescindible que éstos sean eficientes que no generen una doble cámara en la fachada.
–Geotermia. A la hora de elegir el suelo, una excelente opción puede ser optar por suelo radiante con un bajísimo consumo energético.
–Iluminación led. Apostar por un sistema de iluminación led en toda la casa puede hacernos ahorrar mucho al mes y más al año.
–Orientación. Determinar la orientación resulta fundamental para poder conseguir una óptima iluminación de todas las estancias de la vivienda.
Los expertos consideran que una vivienda con un certificado del tipo A puede llegar a consumir casi un 50 por ciento menos de energía al mes, lo que se traduce en un ahorro a tener en cuenta.