Una casa no son sólo sus cuatro paredes, ni los muebles que hayas decidido poner, la tarima, quitar el gotelé o tirar un tabique para hacer un espacio más diáfano. No es sólo la localización que tenga, si está cerca del colegio de los niños o del supermercado que te gusta. También es convivencia con los vecinos.

Tener vecinos ruidosos os respetuosos es lo que marca la diferencia entre una convivencia gloriosa y un infierno en el día a día. Problemas de ruidos, suciedad en zonas comunes, límites sin cumplir en garajes comunes, golpes, música alta… En el día a día pueden surgir muchos problemas. A continuación os contaremos algunos tips y consejos para evitar y resolver dichos problemas.

 

Ruidos vecinos

 

¿Es sancionable?

Todo depende de cada localidad o comunidad autónoma. Si quieres saber cuántos son los decibelios límite en tu edificio, consulta desde cualquier buscador: normativa (u ordenanza) ruido + tu ciudad/comunidad autónoma. Por ejemplo, en Burgos la normativa se rige a nivel autonómico, y en Castilla y León se puede consultar pinchando aquí.

Literalmente, en dicho documento el límite viene explicado de esta forma:

Casablanca-decibelios

Sin embargo, te lo traducimos. No se pueden superar los 35 decibelios de 22:00 a 08:00 del día siguiente, considerado el periodo de noche. Es decir, técnicamente no se podría, por ejemplo, usar la lavadora en esos espacios de tiempo. Un aparato como ese puede en ocasiones incluso duplicar el límite de decibelios durante el centrifugado.

Lo superan, ¿cómo proceder?

Lo primero, no perder los nervios. Hay que solucionarlo, sí, pero es mejor agotar primero la vía pacífica y del diálogo. Habla con ellos. Exponles que están perturbando tu descanso y dificultan tu día a día. Dependiendo de cómo sean dichos vecinos, aportarán una solución u otra. Normalmente, lo tendrán en cuenta, y el problema se solucionará. La mayoría de veces, aunque quizá no todas.

Cómo evitar problemas con los vecinos

Prevenir antes que curar

Evitar los problemas antes de que surjan. Una relación de simpatía con los vecinos ruidosos permitirá hablar con más facilidad y de forma más distendida cualquier problema que surja. Además, probablemente si mantenemos una buena relación, sean más precavidos a la hora de provocar molestias.

El diálogo no ha servido

¿Se ha agotado la vía del diálogo? ¿Has hablado con ellos y su actitud no ha cambiado? Lo primero, hay que diferenciar entre varios factores. La fuente del ruido (animales, máquinas, conversaciones a gritos, etc) para saber cuál es el organismo regulador. También, tener en cuenta por cuánto superan los decibelios permitidos; esto dará cuenta de si es una infracción leve, grave o muy grave. Por último, ver a quién hemos recurrido ya y qué nos queda por hacer.

Fuente del ruido

Depende de este origen o foco de molestias de los vecinos ruidosos, a la hora de elevar la queja se puede atener a unas normativas concretas. Es decir, cada organismo tiene jurisdicción en algo concreto.

Mascotas

Nuevamente, y para todo lo que se trata en este post, la normativa depende de cada localidad o comunidad autónoma. A este respecto, debe existir una normativa sobre animales y mascotas y sus horarios de permanencia en patios o terrazas, además del número concreto de los mismos por vivienda.

Obras

Igualmente, hay una normativa municipal que regula este caso concreto. Los horarios a los que se pueden realizar obras y cuáles son de descanso están estipulados, tanto para días entre semana como para fin de semana.

Vecinos de alquiler

Si el foco de las molestias es un inquilino arrendatario de una vivienda, se puede llegar a pedir al propietario una acción de resolución de contrato de alquiler por actividades molestas.

Tipos de sanciones a vecinos ruidosos

Según el límite que haya sobrepasado el vecino con sus molestos ruidos, el tipo de sanción que se le puede aplicar se atenúa o se agrava.

Leve

Se produce al superar el límite establecido por el organismo regulador en 3 decibelios, permitir a los animales hacer ruido, vociferar, emitir ruido con electrodomésticos o dar portazos fuera de las horas permitidas.

Grave

Entre 3 y 6 decibelios por encima de lo permitido en las actuaciones anteriores. En este caso, la sanción económica que puede acarrear es mucho mayor al del caso anterior.

Muy grave

Se da al superar los 6 decibelios en los supuestos anteriores. En ese caso, las multas pueden ascender a la cantidad de 6.000€.

¿A quién elevar la queja?

Como bien comentábamos antes, lo primero es hablar con los vecinos que producen el ruido. Si has llegado a leer hasta aquí, entendemos que no ha solucionado nada. El siguiente paso natural puede ser alertar al presidente de la comunidad para tratar el tema en junta y, así, hacer una presión mayor a los infractores, posibilitando además descubrir si hay más vecinos afectados. Si no surge efecto, hay otras medidas más serias fuera del ámbito de la comunidad.

Vía administrativa

A través del ayuntamiento, se puede poner una denuncia mediante la exposición del caso. Si es muy urgente, se puede hacer en la Policía Local o Municipal. Mediante la vía administrativa se obtendrá una respuesta; si es satisfactoria para el demandante, se acatará y ya. Si no, se podrá acudir a los Juzgados del Contencioso Administrativo.

Vía civil

Esto supondría una demanda ordinaria contra el causante del ruido por daños o perjuicios debido a una negligencia o culpa directa por la que deberá indemnizar por los ruidos.

Vía penal

La vía más compleja. Se podrá poner en práctica si el ruido es susceptible de causar riesgos para la salud del afectado. La pena por esta vía, además de una posible indemnización como en el caso anterior, puede acarrear una pena de cárcel de 2 a 4 años.

Esperamos que sea de vuestro interés esta información, y no tengáis que aplicar los últimos puntos. Si queréis compartir vuestras experiencias con vecinos ruidosos, os leemos en redes sociales.

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