Que el perro (o el gato) es el mejor amigo del hombre es algo que se ha dicho siempre. Sin embargo, ¿somos nosotros los mejores amigos para estos animales? Tener animales en casa es una decisión muy importante que no se puede dejar a la ligera, ya que afecta directamente al tiempo y recursos de que disponemos.
A continuación contaremos unos cuantos consejos para decidir si realmente queremos al animal con nosotros y qué tenemos que tener en cuenta para su adopción.
¿Encajan los animales con tu estilo de vida?
Una mascota es una fuente inagotable de amor y cariño, sí. Sin embargo, también requiere de unos cuidados que debemos tener muy claros antes de lanzarnos a la aventura de adoptar.
Si somos personas que están muy poco tiempo en casa o sin una estabilidad económica, tener un perro correteando detrás de nosotros cuando quiera comida o un paseo quizá no sea la mejor opción. También es importante tener en cuenta si vives en una casa o un piso para escoger el tamaño del perro. Tanto él como tú lo agradeceréis.
Prepara tu hogar
Si las líneas anteriores no te han ahuyentado y sigues teniendo claro que quieres que un peludito forme parte de tu vida, sigue leyendo. Antes de que el nuevo integrante de la familia llegue, hay que acondicionar los espacios en los que estará y hacerlos seguros para todos.
Para empezar, esconde cualquier objeto susceptible de ser ingerido o roto por los animales. Juguetes, objetos que se hayan caído en rincones de difícil acceso o cables. Éstos últimos pueden ser escondidos con tubos corrugados para canalización eléctrica o fijados a la pared y detrás de muebles. Estas técnicas también son útiles para bebés que comienzan a gatear.
Asegura los muebles
Inevitablemente, tu perro o tu gato querrá estar contigo mientras ves una peli en el sofá, o dejará todo perdido si tiene hambre y le pones esa comida que tanto le gusta. En ese caso, tienes que asegurar y forrar todo lo que sea posible que se estropee.
Compra fundas (o mantas, en su defecto) para los sofás y sillones en los que se pueda subir el pequeño. En la zona que habilites para que coma y beba, puedes colocar un protector de suelo (como los que se usan para evitar rayaduras de sillas).
Acomoda su espacio
Ya está todo listo para ti, ahora tiene que estarlo para él. Haz que el nuevo de la familia se sienta a gusto desde el primer momento acondicionándole un espacio. Ésto afianzará una relación más fácil con los demás desde el principio y hará que su ansiedad inicial desaparezca antes.
Piensa cuál va a ser su rincón para colocar ahí tanto su camita (o cojín) como sus cuencos y juguetes. Si tu animal no es un perro o un gato, sino un pez o un ave que estará enjaulada, hay que tener en cuenta otros factores. En este caso, la pecera o jaula debe estar en un sitio que no tenga riesgo de caída, en un lugar que no sufra cambios de temperatura bruscos (cerca de un radiador) o donde haya grandes corrientes de aire.
¡Cuídalo y quiérelo mucho!
Esta es, sin duda, la parte más divertida (y la que estabas esperando, lo sabemos). Sin embargo, cuidarlo también significa establecer límites y educarlo desde el primer momento. Enséñale qué puede y qué no puede hacer en casa para evitar conflictos en el futuro, hay muchísima información en libros, vídeos y páginas especializadas.
Si sigues todos estos consejos, estamos seguros, como anunciamos al inicio, que seréis los mejores amigos. Además, tu hogar no sufrirá desperfectos y no tendrás nada de qué preocuparte.
Hola, me gusto el articulo creo que me da una idea clara de cuidados deberia tener cuando mis perros estan en el mueble sobre todo porque aunque le pongo cobertores al final ellos se las arreglan para quitarla. Por ahora estoy intentando que se adapten a una cama y pierdan un poco el amor por los muebles https://mibuldogfrances.com/las-mejores-camas-para-perros/ aqui econtré algunas.