En los últimos diez años el número de personas que ha decidido no aceptar una herencia inmobiliaria ha aumentado con respecto a los primeros años del siglo XXI. La crisis económica y la falta de liquidez de muchos herederos ha llevado a éstos a rechazar lo heredado a tenor del lastre económico a pagar por quienes reciben la vivienda. Se trata del denominado impuesto de sucesiones que obliga a la persona o personas que quieren quedarse con la casa a pagar entre el 9 y el 30 por ciento de su valor.
La cantidad a abonar del temido impuesto depende del grado de parentesco que tenga el heredero con el finado. Así, pagarán menos los hijos que los sobrinos y lo harán de distinto modo aquéllos que superen o no los 21 años de edad. En concreto, los hijos están obligados a pagar un 9 por ciento de la herencia, al tiempo que un cónyuge tendrá que abonar el 13 por ciento. En e caso de que el heredero sea un sobrino o hermano, el porcentaje se eleva al 22 por ciento, mientras que si se trata de un primo o familiar más lejano puede llegarse al 30 por ciento del total del valor heredado.
De este modo, cuanto mayor sea el patrimonio heredado, mayor serán los gastos a cubrir por la persona “agraciada” por la herencia. En algunos casos, hay quienes evitan cargas impositivas renunciando a un inmueble por no poder aportar los miles de euros que demanda el Ministerio de Hacienda.
Aminorar las cargas
A la hora de evitar que una herencia suponga una carga para un familiar, uno de los recursos más utilizados pasa por dividir la herencia en partes iguales. En este caso, parece normal que se deje una casa al cónyuge y a los hijos para que paguen lo menos posible y la carga esté más repartida. De esta forma, la persona que decide hacer su testamento puede asegurarse de que ninguna de las partes venda la suya hasta que todos estén de acuerdo.
Otro medio de evitar el excesivo pago de impuestos consiste en poner en marcha un sistema de donaciones en vida que obliga al heredero a no hacer uso de la casa hasta que no cumpla una determinada edad, por ejemplo, la mayoría de edad. Es un recurso muy utilizado por las grandes fortunas españolas.
En próximos post os daremos algunos consejos para realizar una buena operación inmobiliaria con una vivienda o inmueble heredado. Gracias por leernos.