España es el país de la Unión Europea donde más viviendas se adquirieron en los últimos veinte años. Pasar de inquilino a propietario es una realidad en auge y un paso que dan la mayor parte de españoles a lo largo de su vida. ¿Pero cuándo hay que dar ese salto?

Existen una serie de variables o indicadores que, según los expertos en el sector, debemos tener en cuenta a la hora de pasar de ser un simple morador o arrendatario a ser el dueño de una vivienda, con los compromisos que ello conlleva.

HARTO DE CAMBIAR DE CASA

En la población cercana a los 30 años se suele dar el caso de estar cansado de cambiar de casa cada dos o tres años en busca de un alquiler más bajo y mejores prestaciones. La mayor parte de los jóvenes que deciden independizarse en Europa optan por un alquiler a un precio razonable, tirando a bajo, con el que puedan costear estudios o sobrevivir con su primer sueldo. En España el alquiler es una opción asumible y muy recomendable para jóvenes y no tan jóvenes con una movilidad geográfica o laboral alta.

ESTABILIDAD

Lo de comprar una casa suele estar ligado a un concepto denominado estabilidad. Llegado el momento en el que se consigue un trabajo estable y se decide asentarse en un lugar concreto, son muchas las personas que deciden invertir sus ahorros en una vivienda. En España se encuentra más que extendido el concepto de que “comprar asegura” y “alquilar es tirar el dinero”. Este tipo de planteamientos son muy subjetivos, pero son en parte los que llevan a muchas personas a firmar una hipoteca con su banco en aras a conseguir una casa en propiedad.

ECHAR CUENTAS

Otra de las motivaciones para adquirir una casa se produce después de “echar cuentas” y darnos cuenta de que el alquiler es más alto que lo que pagaríamos por una vivienda en propiedad. En muchos casos, una hipoteca no supera los 400 euros al mes- dependiendo del precio de la casa- mientras que un alquiler ronda en algunas ciudades los 450 o 500 euros.

SEGURIDAD ECONÓMICA

A la hora de comprar una casa hay que tener en cuenta que sin una estabilidad laboral será complicado hacer frente a la misma. Lo mismo ocurre con un alquiler, aunque los compromisos y riesgos en el segundo caso son menores. Por eso, los expertos recomiendan que el pago de la cuota hipotecaria no suponga un ahogo. Es recomendable comprar una casa más barata a pagar un fijo mensual hipotecario que nos impida desarrollar nuestra vida con normalidad.

Se recomienda que a la hora de decidir una compra examinemos los ahorros de los que disponemos. El precio final debería ser, al menos, un 30 por ciento del dinero que tengamos ahorrado. Es una garantía para no tener problemas en el futuro.

UN LEGADO PARA NUESTROS HIJOS

Otro motivo de comprar en lugar de alquilar se basa en la tradición de dejar un legado a nuestros descendientes. Todos queremos dejarles algo a nuestros hijos y familiares, y ¿qué mejor que una casa en la costa o en el barrio donde vivieron de niños?

Más información: Si queréis más información sobre el perfil de los inquilinos echad un vistazo a:

Informe de perfil del inquilino elaborado por Libertad Digital: https://www.libertaddigital.com/documentos/perfil-del-inquilino-41912995.html

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